Lo temporal del hombre. Consideración subjetiva del tiempo. Tiempo psicológico. Consideración objetiva del tiempo. El hombre en el tiempo y para el tiempo. El hombre en el tiempo y para la eternidad. El hombre en el tiempo y para la felicidad suprema.
Área de Filosofía, Metodología, Sociología y Pedagogía. Universidad de Almería. De los 5. En este artículo, pobreza se refiere a empobrecimiento capitalista. No se prostitución tanto de sus formas cuantitativas «medir pobres» , sino de reflexionar sobre los orígenes de la pobreza y los procesos del empobrecimiento. In this article, poverty refers to capitalist impoverishment. Why is poverty still not eradicated, if it is objectively possible? No es así.
Es difícil adivinar por la mirada del otro cual es exactamente su actitud frente a nosotros, su mirara nos asemeja algo pétreo, impenetrable y por ello un angustioso secreto que no despeja nuestras dudas ni tranquiliza nuestras inseguridades. Unos nos parecen personas amargadas, otras preocupadas, otras risueñas. Este es ciertamente la visión que tiene un niño sobre el conjunto de los adultos, como la clase de personas que vale, que tiene poder y dignidad. Es nuestra habilidad fisonómica la que nos permite leer en la cara, en los gestos y en los trozos de actos que fichamos al mirar. Tal vez damos mucha importancia a la belleza, al acarreo , a la apariencia de aplomo, todo aquello que un buen publicista sabe exhibir para vender un producto. Por lo tanto en la forma de seleccionar lo que produce tantos efectos extraños. El mirarse a individuo mismos siendo mirado con desprecio por el otro, el mirar al otro cuando nos mira siendo mirado con aprobación, siendo ad-mirado. Pensamientos hostiles, turbios, eróticos, pensamientos absurdos que se rechazan, pensamientos que harían las delicias de un escrupuloso, en cambio habitualmente lo consideramos una licencia sin importancia que no cuestiona la realidad de los hechos, que son los que deben marcar en definitiva el punto en el que comenzar a juzgar. No podemos controlar directamente la veracidad de estas sospechas de no ser que nos demos la vuelta y exploremos, y aun así, como quiera que las frases acaban y las gestos que se dibujan llegan a su fin, cuando nos volvemos sólo vemos un trozo, un indicio temporal de los hechos que como prueba es insuficiente y requiere de una hipótesis cuya buena fe puede asimismo hallarse alterara por la anterior sospecha, de modo que la mano caída al costado, que podría ser la baza que cae después de que una persona se ha ajustado las anteojos pasa, infectada por el recelo, a ser una prueba de que nos insultaba con un gesto grosero y que ha bajado la meno con premura para no verse sorprendido.
Un examen de la mirada desde la mediación y la cultura en la fotografía. En español tenemos muchas urbanidad de nombrar cómo es que percibimos con la vista. Usamos verbos como ver, observar o mirar. Todos gravitan alrededor del sentido de la aspecto, con el sistema visual humano. Desde luego achacamos al ojo el peso mayor, pero en realidad existe una enorme complejidad mental en el acción de percibir a partir del arrepentido de la vista. Así, la ojeada de alguna manera nos delata. Avistar constituye una forma de descubrir el mundo, pero también una ventana para ser descubiertos: La mirada descubre y nos descubre. La mirada parece no estar sola y se le suele añadir un tiente emocional que puede ir de lo poético a lo claramente sensiblero; se trata en muchos casos hasta de un juego de lugares comunes literarios.