Bendito seas por siempre, Señor. Yo soy del mar que se deshace en olas, yo soy del viento que revuelve el monte; yo llevo en mí todas las tardes solas, que se han dormido tras del horizonte. Me arrastré por los valles del silencio, desangrando mis noches sin testigos, y encontré en la noche y el silencio, igual que niños dos crueles amigos. De dónde viene, cómo se llama nadie lo sabe, ni yo lo sé. Quiero mirarme en tus ojos, cuando me quede sin sol, cuando en el puerto de mi alma muera la flor del amor, del amor.
El mar de Galicia es una enterramiento abierta. En el cabo Roncudo, tres cruces sin nombre, clavadas en las rocas, honran a los marineros y mariscadores que se tragó el mar. En esa punta de la Litoral de la Muerte, muy cerca del pueblo gallego de Corme España , el mar ruge y golpea las piedras donde se cría el mejor percebe de Galicia, uno de los grandes manjares que ofrece el océano y uno de los tesoros de la gastronomía gallega. Un tesoro cuyo precio puede ser la muerte. Los percebeiros tienen que hacer malabares sobre las rocas y calcular los tiempos de las mareas para no boquear aplasta dos. José salta de su embarcación atracada en el puerto de Corme y cae en la bodegón A Torriña. En su interior la clientela del sitio toma cafés y cervezas, Estrella Galicia. Algunos lo hacen en silencio, otros conversan con el de al lado y en una mesa cuatro juegan dominó. No hay mujeres, excepto la joven que atiende al otro lado de la lacre.
Algunos presumen de microclima especial. Nos zambullimos en septiembre siguiendo la ruta deportiva del chapuzón, fitness y spa incluidos, de A Coruña a Vigo, con parada en Lugo y Ourense. Seguimos al sol pasados por agua. Actualizado a las h. Las tardes que a mis hijos [tiene tres, de 7, 11 y 13 años] les apetece, las pasamos en la piscina. Es un club familiar, un aforo para sentirse a gusto con amistades, para estar tranquilo con los niños sin tener sensación de peligro. Actualidad, van a hacer un carnaval de temporada. Puedo llevar 26 años de socio.