Siquia Compartir Las parejas formadas por personas que difieren mucho en edad tienen dificultades añadidas a las de cualquier otra. Se debe ser consciente de ellas y de cómo solucionarlas. Este tipo de pareja no es infrecuente. Hay quien piensa, por un lado, que este tipo de relaciones tan sólo se deben al interés económico de ella, y al deseo de rejuvenecer de él. Hay un segundo tipo de parejas de edad muy distinta. Este deseo de hombres y mujeres es perfectamente normal, totalmente compatible con un buen funcionamiento de pareja, sumamente gratificante y hasta deseable en cualquier unión, incluidas las formadas por personas del mismo sexo. La necesidad del hombre de reeditar la etapa de cuidados maternales seguramente no satisfechos en la infancia.
Vamos, que acabaste por sorpresa en la conocida 'friend zone' o zona de amigos, cuando creíste que la gratitud era evidente y estaba todo acción. Pero también puede ser que no te lanzaras y desde tu yacija, a solas, te tiraste de los pelos lo que quedaba de confusión, tratando de descifrar si sería escarceo lo que te pareció simpatía. Puede que hasta algunas amistades que presenciaron el momento, te sigan recordando la oportunidad tan maravillosa que desperdiciaste por no interpretar de la manera adecuada. Pero no te preocupes, esto es algo muy habitual y pocas personas se han librado de estas situaciones confusas. Tanto a hombres como a mujeres nos cuesta a veces identificar y diferenciar el juego de la seducción con la amabilidad o simpatía. La mayor parte de la asesoría es no verbal y saber identificar las señales es clave. También es verdad que, en el juego de la seducción, no siempre nos atrae lo directo, incluso puede asustarnos, y por algo se le llama juego, porque implica interpretación e incertidumbre. Y siempre con protección en ambos casos. El uso del espacio es importante para mostrar nuestro interés.
No te llama Los chicos, por estereotipo, siempre hemos dado el primer paso. Así pues, si pasan los días y él no ha dado señales de vida ni te ha emisario tres docenas de rosas o un pequeño pedrusco de Cartiermal asunto. Lo dicho; si no llama, mosquéate. Pensad en la situación: Acaban de presentaros a alguien y os ha ancho. Probablemente, a las mujeres os pasa que vuestros impulsos se dividen entre la timidez que os lleva a evitar mirarle a los ojo y las ganas, precisamente, de mirarlo todo el rato. A la inversa sucede lo mismo, sólo que los hombres tenemos que mostrar una falsa efecto de seguridad en nosotros mismos y tenemos que evitar apartar la ojeada porque puede interpretarse un signo de timidez y hacernos bajar la guardia. No te toca No, no me refiero de esa manera, que todavía, o sea, tampoco.
Piso tener sexo en la primera alusión o, como mucho, en la segunda. El patrón que me encuentro siempre es el mismo: chicos que se lo curran un montón en las primeras citas, te wasapean los siguientes días, parecen muy interesados en girar a verte… hasta que hay amor. Entonces, como por arte de brujería, desaparecen de tu vida. Este… alzada, este… corazón, cruz, cruz, cruz… De repente, te ha llegado la tan esperada notificación de ese crush, esa coincidencia con alguien a quien todavía le has gustado. Sobre todo, porque internet nos permite esconder lo avieso y lo secreto con una libertad abrumadora. Si tienes pareja, no sales tanto -o nada- de copas, empero puedes meterte en una aplicación y conocer a decenas de personas moviendo un solo dedo. Las fotos pueden engañar, aunque no tanto; una pose, una expresión o una mirada te pueden dar alguna pista de cómo es esa persona. Las primeras conversaciones por chat, también dan pistas. Mejor no tomar decisiones virtualmente ni antojarse antes de verse, si es posible.