Imagina que no se lo dices. Imagina que, obviamente, lo haces para que vea lo buena persona y mejor partido que eres. Para que se enamore de ti de una vez y deje de perder su tiempo por ahí saliendo con otros tipos. Acabas de ser relegado a una nueva dimensión de la existencia donde tus fantasías se dan de bruces con la cruda realidad y no puedes acceder a tener una relación con ella. Como al principio, cuando todavía no habías preguntado, pero sabiéndolo con toda certeza. La tragedia. Encuentros en la tercera fase: la friend zone.
Am I in a Healthy Relationship? En las etapas iniciales de una relación, es absolutamente normal ver todo color de rosa. Pero a algunas personas, el color rosa no les permite ver que la relación no es tan sana como debiera. Toma jalón de la sensación de que tus pies no tocan el suelo y piensa si tu relación tiene estas cualidades: Respeto mutuo. Es normal sentirse un poco celoso de vez en cuando; los celos son una efecto natural. Pero lo importante es cómo reacciona la persona a los achares. No hay manera de tener una relación sana si no confían el uno en el otro. Tu galán no solo debe apoyarte en los malos momentos. En tu relación, es necesario dar y recibir.
Cómo tener amigos del otro sexo En este artículo vamos a descubrir algunas pautas y consejos para despojarnos de ciertos prejuicios y labrar la armonía entre personas de distinto sexo al nuestro. Descarta prejuicios En el albur de que no hayas tenido, o no tengas, amigos del otro amor, procura revisar a qué se déficit. Valora tus amistades Haz una lista de amigos del otro sexo que hayas tenido a lo largo de tu vida, no importa si fueron muchos, unos pocos o sólo individuo. Aproxímate al sexo opuesto Si eres de aquellas personas que, en las reuniones sociales, se limitan a abrirse con los de su mismo amor, estés en pareja o no, hazte el propósito de cambiar esto la próxima vez. Pide consejo a un amigo Entre tus amistades, compañeros de trabajo o conocidos, elige a una persona del sexo opuesto, cuéntale poco que sea importante para ti —aunque no necesariamente debe ser una familiaridad o una confesión—.